La música influye sobre el individuo a dos niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización.
La movilización: la música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.
Además el sonido produce una musicalización de la persona, es decir, la impregna interiormente dejando huella de su paso y de su acción. Así, la música que proviene del entorno o de la experiencia sonora pasa a integrar un fondo o archivo personal, lo que puede denominarse como mundo sonoro interno. Por tanto, nuestra conducta musical es una proyección de la personalidad, utilizando un lenguaje no verbal. Escuchando o produciendo música nos manifestamos tal como somos o como nos encontramos en un momento determinado, reaccionando de formas diferentes. Cada individuo suele consumir la música adecuada para sus necesidades, ya sea absorbiéndole de forma pasiva o creándole de forma activa. Toda expresión musical conforma un discurso no verbal que refleja ciertos aspectos del mundo sonoro interno y provoca la movilización y consiguiente proyección del mundo sonoro con fines expresivos y de comunicación.
Se podría afirmar que el objetivo primario de la musicoterapia es lo de Establecer o Restablecer la comunicación a través de la música. El musicoterapeuta se basa en un saber musical y psicológico en que la Música se experimenta como Lenguaje.
Recordando la definición de musicoterapia y musicoterapeuta de Bruscia, el musicoterapeuta trabaja teniendo en cuenta diferentes objetivos para mejorar la salud física y mental del individuo.
Así que la musicoterapia nos ayuda a:
- Empatizar: Empatía se define la "capacidad de identificarse con el otro, la capacidad de comprender lo que el otro esta experimentando o sintiendo." La música es por excelencia el medio más eficaz para lograr empatía: une a las personas en una misma actividad sensorio-motriz, las mantiene juntas en el espacio y tiempo, las conduce a través une experiencia humana intima.
- Expresar: Se ofrece al paciente una actividad para poderse expresar, exteriorizar, representar experiencias internas de forma diferente y creativa.
- Interactuar: Comprometer el mundo externo en un “dar y recibir”. Se crea así un proceso reciproco en donde "yo actúo sobre alguien y dejo que este alguien actúe sobre mi."
- Comunicar: La comunicación es intercambio de ideas y sentimientos con otros. Teniendo en cuenta que no siempre podemos comunicarnos con palabras, la comunicación musical es una forma efectiva para poderse expresar no verbalmente.
- Retroalimentar: La música siempre involucra una retroalimentación. En una improvisación musical antes tocamos y luego nos escuchamos tocar. A través de esta retroalimentación el paciente puede reconocer sus necesidades.
- Explorar: El trabajo terapéutico consiste en ayudar a encontrar alternativas y nuevos caminos. Cuando hacemos música, por ejemplo, asumimos el desafío que consiste en improvisar sobre el ritmo o la melodía. O escribir una canción. Es esta una manera para explorar nuevas vías para llegar en nuestro interior. Si sabemos que existen alternativas a viejos caminos, nos daremos cuenta que tenemos diferentes opciones a la hora de tomar una decisión.
- Conectar: Sin que nos damos cuenta, podemos reconocer que nuestra vida es un continuo conectarse para sentirse en un todo armonioso. Esto porque el hombre es un Ser holistico en que habitan diferentes planos: el Mental, Corporal, Emocional y Espiritual. La conexión implica reconocer un equilibrio entre estos 4 planos. Es por esto que la música es muy útil porque requiere todo tipo de conexión. (Conectamos el oído con nuestra mente, pensamientos, sentimientos).
- Reparar: durante un proceso terapéutico pasamos por un proceso de duelo, perdida, cambio. Reparar forma parte de esto proceso. El musicoterapeuta es la guía que ayuda al paciente a encontrar sus necesidades. Provee al paciente aquello de lo cual se ha privado, restituyendo algo o alguien que perdió, compensarle una herida o una enfermedad. La musicoterapia nos brinda la oportunidad de viajar por experiencias musicales que nos permita encontrar nuestras necesidades y reparar nuestros atascos.
- Validar: La validación puede venir del terapeuta o de la misma música. Cuando un paciente hace música esto conlleva atención y elogios y consecuente a esto se notará un crecimiento del autoestima y una reafirmación de propio Ser.
- Motivar: La motivación es un elemento terapéutico esencial. Si falta motivación se obstruye el cambio. Como las actividades trascurren en la música hay más motivación.
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